Proyecto niños de la calle en Niamey, Níger

Introducción

En Níger existe un gran número de niños viviendo en la calle. Muchos de ellos abandonan su núcleo familiar debido a la violencia que existe en su hogar, de la que ellos mismos son, con frecuencia, victimas. Las escuelas coránicas no ofrecen una solución suficiente, con frecuencia los niños allí son explotados. La consecuencia es la cantidad de niños que se encuentran por las calles mendigando, robando, etc,…
Como comenta Gilles Akakpo:

“Todos los niños de la calle tenemos algo en común que nos ha llevado a la calle y es un problema familiar que nos ha obligado a dejar la casa paterna.”

Gilles Akakpo es fundador y director del hogar de acogida “Foyer Tonton Gilles”, de la asociación Espoir Mandela. Es un periodista de 42 años de origen togolés, que se fue de casa siendo adolescentes por las palizas que le propinaba su padre casi a diario y a su madre que salía en su defensa. A los 14 años se fue de casa a la aventura. Anduvo de acá para allá hasta que se encontró con Mons. Akakpa, obispo de Anexó que lo adoptó y se ocupó de su educación hasta terminar su carrera de periodista. Hoy está instalado en Niamey, donde lleva dedicándose a los niños de la calle desde hace doce años, además de su trabajo de periodista en la radio y televisión nigerina.

• Objetivos del proyecto

Objetivos del proyecto

El objetivo es prevenir la exclusión social de estos “niños de la calle”. Implica hacer posible que estos niños y adolescentes estén atendidos y puedan tener un hogar y ser escolarizados. Para lograr este objetivo, el hogar de acogida para niños de la calle “Foyer Tonton Gilles”, dará alojamiento y manutención a una veintena de niños y jóvenes y se les procurará una escolarización o aprendizaje de algún oficio.

Gilles ha creado en su casa un hogar para los niños de la calle de Niamey, donde viven unos 20 niños de 6 a 18 años dentro de un orden de acogida, cariño y relaciones sociales. Todos los niños reciben una educación de acuerdo con sus capacidades y edades, pueden ir a la escuela o aprender un oficio de su elección.

Paralelamente al cuidado de los niños del hogar, Gilles y su equipo realizan rastreos regulares por las calles de Niamey, para ayudar a los niños de la calle, estableciendo un vínculo de confianza con ellos. En algunos casos, los niños piden ser acompañados para regresar con su familia, o aceptan la mediación familiar. Cuando no es posible regresar con la familia, algunos optan por quedarse a vivir en el hogar de Gilles.

• Conoce a los beneficiarios